Internet y las fuerzas de la globalización han sobrecargado a las empresas con más competencia que nunca. Toda esta competencia baja los precios y hace que los márgenes de ganancia sean más delgados de lo que solían ser.
Las grandes corporaciones cuentan con la infraestructura que necesitan para manejar un ligero margen de ganancia.
Para sobrevivir como una pequeña o mediana empresa, necesita aprovechar al máximo sus recursos existentes.